Nuestro
ciclo circadiano responde a estímulos externos como luz y
temperatura , por lo que se acompasan con los ritmos del día y la
noche, pero también se sabe que está influido por el ruido, luz
artificial, alimentos y presencia de ciertas hormonas.
El
nombre deriva del latín circa, que significa “alrededor
de” y dies de “día” Constituye el
reloj interno de nuestro organismo que marca nuestros ritmos
biológicos tanto de actividad como descanso, en función de las
horas de luz.
La
llegada del invierno , viene precedida por los cambios en los usos
horarios que supuestamente nos ayudan a adaptar nuestra actividad a
la luz diurna y ahorrar en electricidad. Pero debemos dejar tiempo a
nuestro organismo y ayudarle en es tránsito
Nuestro
reloj biológico se localiza en el hipotálamo, clave para la
regulación de distintas hormonas.
El
cerebro recibe la luz a través de la retina, que la pasa al núcleo
supraóptico y este la envía al hipotálamo.
Así
es como el cerebro recibe la información del ciclo día/noche .
Cuando la retina percibe la ausencia de luz, envía ciertas señales
e impulsos que llegan a la glándula pineal para que active la
producción de melatonina y serotonina, hormonas que inducen al
descanso y el sueño, además de generar sensación de tranquilidad
y bienestar. Esta secreción es baja a lo largo de las horas de luz y
más elevada durante la noche
Cuando
se acerca el invierno miles de personas afirman sentirse más
decaídas, (7 de cada 10 en nuestro país) tristes o incluso
deprimidas. El cambio de hora, la adaptación de nuestro ritmo de
vida para hacer coincidir las horas de luz con los momentos de mayor
actividad, afecta o puede afectar a nuestro estado de ánimo y a
nuestros hábitos.
-La
melatonina participa directamente en numerosos procesos celulares,
neuroendocrinos y neurofisiológicos.
-También
juega un papel fundamental en la disminución de la oxidación. Por
eso si la reducción de horas de luz y los cambios de hora invernal
nos provoca problemas para conciliar el sueño, eso puede causarnos
un déficit en esta hormona que a su vez se traduce en sensación de
fatiga, decaimiento anímico (7 de cada 10 españoles), mayor
irritabilidad, problemas de atención, bajo rendimiento, aceleración
del envejecimiento
Afortunadamente
son leves alteraciones pasajeras sin mayor trascendencia, pero
conviene estar atentos y protegerse frente a estos cambios
estacionales para prevenir posibles desajustes. Sobre todo en
personas que realizan su tarea habitual en horarios rígidos, con
problemas para dormir, o de mediana edad en adelante cuya producción
natural de melatonina comienza a disminuir.
Para
ellas es aconsejable reforzar el sistema endocrino e inmune siempre
bajo la supervisión de un profesional de la salud, con suplementos
alimenticios de melatonina o precursores de esta.
Con
una dieta rica en triptófano aumenta la producción de melatonina,
una hormona que ayuda a reducir el tiempo necesario para conciliar el
sueño -
- Huevos,Pescados, algas,legumbres (soja), Frutos secos, batatas
- Frutas (plátano, piña, aguacate). Hierba luisa, aquilea, tomillo, salvia, menta, hipérico
_Haciendo
ejercicio físico suave diario para llegar más cansados a la hora de
dormir
_Evitar
los estimulantes e hidratarse correctamente
_No
dormir siesta durante unos días hasta acostumbrarnos a las nuevas
horas de luz y ritmos
_Mantener
horarios fijos de manera constante y consecuente, respetando las
necesidades individuales
_Reforzar
nuestra alimentación con precursores de la melatonina como la avena,
cerezas, maiz, tomate, patatas, nueces o arroz
Decir que la serotonina
a nivel suplementación también tiene sus inconvenientes. Puede
producir molestias en estómago e intestinos. Provocar, vómitos,
calambres o diarrea o aumentar los efectos de medicamentos que están
relacionados con el tratamiento del sueño y descanso como los
somniferos o esteroides. También el ibuprofeno disminuye los efectos
de la melatonina
Somos animales de costumbre y debemos acostumbrar nuestro organismo a los cambio
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