Sal del Himalaya

     
     La sal del Himalaya, la auténtica, proviene de una mina del distrito de Jherum, en Pakistán, y es apreciada desde la antigüedad por su pureza y por su composición a base de minerales como  calcio, potasio, magnesio, óxido de sulfuro, hierro, manganeso, flúor,  yodo, cinc y cromo y así hasta 84 componentes naturales
   
 Se la llama “el oro blanco” y se la considera la sal más pura y libre de contaminantes que podamos encontrar en el mercado. Originaria de Pakistán, se suele comercializar en forma de “cristal rosado” para que la podamos moler antes de consumirla.
     Existen algunas diferencias básicas entre la sal del himalaya y nuestra sal común
     La sal que todos tenemos en casa y cuyo consumo deberíamos regular, esta tratada químicamente.  Lo que hace es depurarse al máximo, para convertirla en clorudo sódico, dejando así de ser un nutriente.
     Con la sal refinada ocurre lo mismo que con el azúcar blanco. Lejos de aportarnos algún beneficio, lo que hace es inflamar, y alterar la función de muchos de nuestros órganos.
        La sal del Himalaya es una alternativa natural, más pura. El problema que tendríamos en este caso es que puede resultar un poco más cara debido a su selecto origen. 
     Contiene 84 componentes esenciales que son adecuados para nuestro organismo. Es como una especie de “mar primario” capaz de reponer nuestros electrolitos.
     Se recomienda tomar baños de sal del himalaya al menos una vez al mes para aliviar los dolores reumáticos, para tratar problemas cutáneos, para revitalizar la piel, relajar y renovar la energía , etc.
     Al ser un mineral tan puro y libre de químicos, obtendremos grandes beneficios. Para ello, basta con llenar tu bañera y dejar caer 200 gramos de sal del Himalaya. Sumérgete en esta agua curativa durante media hora.
          La sal del Himalaya ayuda a reducir instantáneamente la intensidad de las migrañas, fortalece el sistema inmunológico, equilibra los niveles de serotonina en la sangre y restablece los niveles de alcalinidad y electrolitos en el organismo, entre otros tantos beneficios.
     Para aprovechar estos beneficios simplemente debes tomar un vaso de zumo de limón con una buena cantidad de sal del Himalaya.
     Y recuerda que pese a todo también es una sal mineral y hay que consumir con moderación y en su justa medida.




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